El cuidado personal, y en especial de la piel, es un rubro fundamental para las mujeres. Así lo entendió la empresa Unilever cuando en el año 1955 lanzó al mercado el primer producto de su marca Dove: el jabón blanco. A partir de allí, y gracias a la gran aceptación por parte de los consumidores, no sólo en Estados Unidos, sino en el resto del mundo, la línea de productos Dove se amplió a desodorantes, jabones corporales, barras de la belleza, lociones, cuidado del cabello y productos de cuidado facial.